La antigua Roma, la República y el Imperio romano

La Antigua Roma
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Roma es conocida como la ciudad eterna, esto se debe a que durante miles de años esta importante urbe ha sido, de un modo o de otro, el centro político del mundo. La antigua Roma expandió su dominio hasta convertirse en la cabeza de un imperio que llevó su nombre.

El Imperio romano era tan grande que llegó a controlar un vasto territorio que se extendía a lo largo y ancho de todo el mar Mediterráneo, y que influyó en gran medida el nacimiento de la cultura europea occidental. A continuación, podrás leer un poco más sobre esta fascinante ciudad y su historia.

Origen de la antigua Roma

Los romanos quisieron crear un origen legendario para su ciudad y su estirpe. Por esta razón, el historiador Varrón, escribió una historia sobre su nacimiento basada en leyendas que vinculaba a sus habitantes con los antiguos troyanos de los poemas épicos de Homero. Creo que te gustará conocer un poco más del mito sobre la fundación de Roma, así que te lo cuento.

De acuerdo con Varrón, uno de los sobrevivientes de la guerra de Troya, Eneas, habría llegado a la península itálica, donde fundó la ciudad de Alba Longa. Allí, sus descendientes dieron origen al noble pueblo de la antigua Roma. Su linaje gobernó durante largo tiempo, hasta que una disputa entre el rey Numitor y su hermano, terminó con la muerte del primero.

Rea Silvia, quien era hija del rey Numitor, engendró junto a Marte, el dios de la guerra, a los gemelos Rómulo y Remo. Los niños fueron abandonados a la orilla del río Tíber, donde fueron recogidos y amamantados por una loba llamada Luperca. Cuando crecieron, fueron ellos quienes a la postre fundaron la antigua Roma.

Pero quiso el destino que estos hermanos también se pelearan entre sí, al punto que Rómulo asesinó a Remo. Esta situación le causó tanta vergüenza que decidió bautizar a la ciudad con el nombre de su hermano. De allí, el origen mítico de la ciudad de Roma.

Los primeros monarcas de la antigua Roma

Seguramente te ha parecido muy interesante esta historia sobre el origen de la antigua Roma, lástima que es solo un mito. La población que originalmente habitó pequeñas aldeas a las orillas del río Tíber en la antigüedad era de origen latino. Estas aldeas colindaban con territorios poblados por comunidades etruscas hacia el norte.

Los vestigios arqueológicos nos dicen que todas estas aldeas se unificaron entre los siglos XI y VIII a.C, formando una pequeña ciudad estado gobernada por un rey a la usanza griega.

Te sorprenderás al saber que muchos historiadores piensan que el rey Rómulo en realidad sí existió, y que fue un gobernante etrusco que le dio nombre a la ciudad una vez que logró someter todas las aldeas de pueblos latinos y etruscos que habitaban las siete colinas de Roma. ¡Claro está! este rey no era hijo de Marte, ni descendía del mítico Eneas.

La ubicación de la antigua Roma era muy importante. Esto se debía a que ese lugar servía como una bisagra que unía por vía fluvial la civilización Etrusca, ubicada en el norte de la península itálica, con las colonias griegas, establecidas hacia el sur en un territorio que aún hoy día es conocido como la Campania.

La cultura latina del pueblo romano tenía dos aspectos muy importantes. Por una parte eran agricultores que valoraban mucho la tenencia de la tierra. Pero, por la otra, eran feroces guerreros dispuestos a defender su territorio y a expandirlo cada vez que tuviesen oportunidad. De esto último te podrás haber dado cuenta en el mito de su origen, en el que vinculan su linaje a Marte, el dios guerrero y, a Eneas, un héroe sobreviviente de la guerra de Troya.

La República

En el año 510 a.C. fue desterrado Tarquinio, el último rey etrusco de la antigua Roma. A partir de ese momento se instauró la República, una forma de organización del estado y del gobierno que apareció por primera vez en esa cultura y en ese lugar. Te digo, quizás el modelo republicano sea el mayor legado que nos dejaron los romanos.

La idea que sustenta a la República como forma de organización política es que los asuntos del estado son problema de todos y, por lo tanto, todos los ciudadanos deben estar involucrados en el gobierno y su administración. De allí se origina el nombre de República, ya que en latín rex se refiere a “cosa” y pública significa “de todos”, por lo que una república es una cosa de todos.

La República se instauró en el año 509 a. C. y se sostuvo como forma de gobierno hasta el año 27 a.C. En lo esencial, se trató de un gobierno plutocrático, ejercido por los romanos nobles, llamados patricios. Los asuntos administrativos y jurídicos de la ciudad eran decididos por magistrados que eran electos en asambleas populares por los ciudadanos romanos.

Los asuntos más importantes como la política exterior eran decididos por un órgano colegiado llamado senado. Este cuerpo dictaba las leyes que conformaban un conjunto de normas de derecho consuetudinario, tanto para la vida pública como privada. Todos los ciudadanos romanos eran iguales ante la ley y debían someterse a ésta; sin privilegios ni excepciones.

En realidad, la República en la antigua Roma no era una democracia. Los miembros del senado llegaban allí por ser los pater familiae, o patriarcas de las familias más nobles. Ellos representaban el poder de su grupo social y gobernaban la ciudad de acuerdo con sus intereses.

Origen del Imperio romano

Aún no te he hablado de las legiones romanas, quizás uno de los íconos más distintivos de la antigua Roma. El carácter guerrero del pueblo romano hizo que en la medida de que se dispuso de recursos, el Senado armó y entrenó un temido ejército profesional. Su poderío era tan grande, que durante el período republicano, se inició una etapa expansionista que condujo a la conquista de vastos territorios, entre los que se encuentran toda la península itálica, la península ibérica y la región occidental del Mediterráneo, incluyendo Cartago, en el norte de África.

La importancia de los militares fue tal, que los principales cónsules romanos eran electos entre sus generales más exitosos. Esta situación causó el auge de un brillante general de la casa patricia de los Julii, llamado Julio César. Él fue nombrado cónsul por el senado, y cogobernaba Roma en conjunto con su suegro, el famoso Pompeyo Magno.

Puede ser que pienses que Julio César fue un emperador romano, pero esto no es así. Él había logrado vencer y anexarse las Galias, tomando un botín que lo hizo muy rico y que utilizó para ganarse el favor del pueblo romano. César, aprovechó esta situación para rebelarse a la orden del senado de no cruzar el río Rubicón con su ejército.

Después de meses de tensión, Julio César entró victorioso en la ciudad eterna, donde fue aclamado. Sin embargo, César fue asesinado en una conjura del senado. Sus aliados, Marco Antonio y su sobrino Octaviano, en represalia, marcharon contra Pompeyo, quien también fue asesinado en Napoli. Al cabo de este período, Octaviano, derrotó a Marco Antonio en Egipto, y dio por culminada la República al nombrarse Emperador, adoptando el nombre de César Augusto, en homenaje a su abuelo.

La grandeza de la antigua Roma

César Augusto inició un período de esplendor cuando inició su gobierno en el año 31 a.C. Y gobernó hasta el año 14 d.C. Esta época se conoce como el Alto Imperio, en el que gobernaron los primeros emperadores, considerados Princeps de Roma, con el apoyo del Senado. A este primer grupo le sucedieron una gran cantidad de gobernantes, debes saber que casi ciento cuarenta emperadores ocuparon el trono de la antigua Roma, desde el año 27 a.C. hasta el año 476 d.C, cuando a la caída de Rómulo Augústulo, último emperador, se dio por culminado el Imperio romano.

Si te fijas, en tiempos de Augusto hubo un cambio interesante en la forma de marcar los años. Él inició su gobierno en un año a.C. y lo culminó en un año d.C. Este cambio te puede llamar la atención, significa que durante el gobierno de Augusto nació y vivió parte de su vida, Jesús de Nazaret. Debes recordar que Jesús fue acusado de rebelión y por eso fue crucificado por un procónsul romano llamado Poncio Pilatos. Esta situación ocurrió porque Judea, donde vivía Jesús, era una provincia romana en aquella época.

Pero no solo Judea, el Imperio Romano llegó a significar un territorio de tres millones y medio de kilómetros cuadrados y setenta millones de habitantes, distribuidos en tres continentes. Sorprendente, si tomas en cuenta que en aquella época no existía la tecnología de hoy. Su importancia es tanta que buena parte de las lenguas, las costumbres y el modo de encarar el mundo que tenemos provienen de la herencia de la antigua Roma.

Si quieres conocer más sobre esta ciudad y su legado, no debes dejar de visitarla, allí podrás ver sus ruinas, como el Foro Romano y el Foro Imperial, también, el famoso Coliseo donde luchaban los famosos gladiadores hace dos mil años atrás.

La religión en la antigua Roma

La población de la antigua Roma era politeísta, le rendían culto a muchos dioses. Adoptaban en su panteón los dioses de los pueblos conquistados.

El panteón romano se inspiró en el de los griegos, algunos dioses propios y los de culturas como la egipcia. Se puede decir que compartían la mitología griega pero con nombres diversos.

Entre los dioses más venerados por los romanos estaba la triada capitolina, formada por  Júpiter a quien los griegos llamaban Zeus y lo consideraban el padre de los dioses. Su esposa Juno, a quien los griegos llamaban Hera, y su hija  Minerva, la diosa cazadora griega conocida como Minerva.

Cada familia tenía un pequeño panteón familiar al que le pedían favores, le construían templos y erigían altares en el hogar.

Por otra parte, existía una vertiente pública o religión de Estado. En tiempos del Imperio, el emperador llegó a ser considerado una deidad y, como tal, se le rendía culto en todo el Imperio romano.

Muchas de las grandes celebraciones que se realizaban en la antigua Roma bajo el auspicio del senado o del emperador eran fiestas religiosas.

Las fiestas religiosas

Entre las fechas religiosas más importantes se encuentran las Saturnales. Fiestas en homenaje a Saturno, dios latino de la siembra asimilado con el dios Cronos de la mitología griega. Él era el padre de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno y Ceres. Estas fiestas las realizaban entre el 17 y el 23 de diciembre, en la época del solsticio de invierno.

También se celebraban las fiestas Lupercales, en honor a Luperco. Estas fiestas son consideradas entre las más tradicionales del pueblo itálico. Se realizaban en el monte Palatino, en una cueva llamada Lupercal, donde los romanos creían que la “Loba” había amamantado a Rómulo y Remo, los míticos gemelos que fundaron la ciudad de Roma. Esta fiesta se celebraba el 15 de febrero.

En marzo se celebraba la fiesta en honor a Marte, el dios de la guerra. Esta celebración se conocía como Equiria y se realizaba entre el 27 de febrero y el 14 de marzo en el campo de Marte. En este lugar se hacían carreras de caballos y otras actividades asociadas a este dios. Por lo general, en esta misma época, se preparaban las campañas militares de las legiones romanas para obtener el auspicio del dios Marte.

La religión de Estado tenía como finalidad aumentar el culto y el respeto por las instituciones del estado. Por este motivo muchos de los cargos políticos de relevancia tenían una connotación religiosa.

Los cónsules tenían funciones políticas y religiosas, los senadores eran considerados los padres de la patria y las vestales o vírgenes eran consideradas las hijas de la comunidad, por lo que representaban el honor de Roma.

Los cultos y celebraciones eran dirigidos por sacerdotes. La máxima autoridad religiosa era el Pontifex Maximus, un título que se asociaba con la potestad de ordenar la construcción de puentes. Desde la época de César Augusto, Octaviano, este título fue de uso exclusivo del emperador.

En la actualidad, como herencia del antiguo Imperio romano, el Papa de la iglesia católica también lleva el título de Máximo Pontífice a la usanza de los antiguos emperadores.

Las instituciones de la antigua Roma

Las instituciones de la antigua Roma están asociadas con sus diferentes etapas históricas y las formas de organización política y gobierno que se dieron.

El Rex o rey de la Antigua roma

Durante la época de la monarquía, la principal institución política del estado era el rey o “Rex”. Este tenía funciones políticas, judiciales, religiosas y militares.

Todo el poder del rey se resumía bajo la noción de imperium que le concedía toda la responsabilidad del estado a quien lo detentaba.

El poder del Rex no era hereditario, sino que este debía ser elegido por el pueblo y ratificado por los senadores.

El senado romano

El Senado fue una de las instituciones políticas más importantes de la antigua Roma y tuvo una larga existencia durante toda su historia.

El senado era un cuerpo colegiado formado por los patriarcas o pater familiae de las gens (familias en un sentido amplio) más nobles de la ciudad.

El primer senado formado por el mítico rey Rómulo tuvo cien senadores, luego en diversas reformas se llegó a la cantidad de trescientos senadores que representaban las familias patricias de ciudades como Alba Longa y de Etruria. Esta cantidad de trescientos senadores se mantuvo inalterada durante mucho tiempo.

El pueblo romano

El pueblo romano lo había definido Rómulo como los patricios o habitantes originarios de la ciudad de Roma. El pueblo se dividía en tres tribus: Ramnes, Tites y Luceres. Estas a su vez se dividían en diez curias o reuniones de hombres.

Cada curia tenía un jefe conocido como Curio maximus, quien ejercía la autoridad política, militar y religiosa de su curia.

Las curias cumplían funciones religiosas en dos fechas del mes, calendas (primer día de cada mes) y nonas (día siete o nueve del mes).

Las magistraturas de la antigua Roma

El poder y las funciones del rey, y luego de los cónsules, se desagregaron en las magistraturas. Estas eran cargos de tipo político y religioso con un ámbito de competencias delimitado.

La carrera política de los magistrados se conocía como cursus honorum, y estaba conformada por los cargos de cuestor, edil, pretor, cónsul y censor.

El tribuno de la plebe

Con el fin de defender los intereses los plebeyos el senado creó la figura del Tribuno  de la plebe. Los tribunos de la plebe eran elegidos por las asambleas populares.

El tribuno debía convocar y dirigir estas asambleas para consultar las decisiones importantes como la elección de los magistrados. Este tipo de consultas eran llamadas plebiscitos.

El tribuno de la plebe, aunque no era un magistrado, se encontraba revestido de una gran autoridad, tenía poder de veto sobre todas las magistraturas pudiendo reversar cualquier decisión de los magistrados.

El prínceps

Durante el imperio los primeros emperadores eran considerados como el primer ciudadano (princeps civium), presidente del senado (princeps senatus) y general victorioso del ejército (imperator). Aunque seguían teniendo la condición de ciudadanos romanos.

El dominus

El dominus fue un término que tuvo un uso posterior, implicaba que el emperador dejaba de ser el princeps, entendido como primer ciudadano, para pasar a ser el señor y dios (dominus et deus) del todo el imperio.

El arte de la antigua Roma

Ruinas romanas
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Buena parte de las obras de arte de la antigua Roma son copias de las griegas. Mosaicos, pinturas, esculturas y templos con los órdenes arquitectónicos dorio, jónico y corintio.

Así se puede apreciar en las ruinas de ciudades como Pompeya y Herculano (que puedes visitar cerca de Napoli – Italia), en donde se aprecia la influencia del mundo helénico en el gusto romano.

Los artistas que se contrataban en Roma y sus principales ciudades eran de origen griego y los coleccionistas de arte romanos compraban obras de arte griegas o las mandaban a copiar.

Arquitectura romana

Sin embargo, hubo necesidades prácticas que llevaron a los romanos a innovar en algunos campos del arte, en especial en la arquitectura y la ingeniería civil.

El principal aporte de los romanos a la arquitectura fue el arco de medio punto. Este era una estructura de dovelas de piedra con una piedra angular en el centro, cuya forma describe la mitad superior de una circunferencia.

El arco de medio punto les permitió construir edificaciones de planta circular como los anfiteatros. Estos eran construidos a partir de la sucesión de hileras de columnas de estilo griego rematadas en arcos de medio punto. Estas hileras se superponen en varios niveles una sobre otras hasta crear estructura exterior cilíndrica como la del Coliseo.

Los acueductos fueron construidos bajo el mismo principio, solo que describiendo hileras de columnas, rematadas en arcos de medio punto, dispuestas en forma lineal.

De este mismo modo construyeron puentes y cisternas subterráneas para almacenar agua potable y cañerías para las aguas negras.

El arco de medio punto es también la base de otra creación romana, la bóveda de cañón, que es una forma de techar edificaciones que consiste en una sucesión prolongada de arquerías que crea una especie de techo con forma de un cilindro cortado longitudinalmente.

Este tipo de bóvedas se utilizó como remate de muchos edificios de planta basilical, la cual también es un aporte romano. Esta tipología consiste en edificios de planta rectangular que normalmente tienen tres a cinco naves paralelas.

Escultura de la antigua Roma

La escultura es otro campo del arte en el que los romanos supieron tomar el conocimiento de los griegos y aplicarlo a sus necesidades.

La escultura fue parte de la religión de Estado. Cumplió la función de conferir dignidad y respeto a las figuras de importancia política transmitiéndole al pueblo llano la presencia del imperio en la vida cotidiana.

Así los romanos realizaron bustos y esculturas ecuestres de sus emperadores, como las de Augusto, Vespasiano, Nerón o Marco Aurelio. Son tan verosímiles estas esculturas que pareciera que conocemos a estos gobernantes como si los hubiésemos visto en el noticiario.

También utilizaron la técnica de los bajo relieves, muy similar a las decoraciones de los frontones griegos, pero con otra finalidad.

Mientras los griegos los utilizaron para narrar escenas mitológicas como la batalla de los centauros que decoraba el Partenón de Atenas, los romanos los usaron para narrar sus hazañas militares. Así ocurre en la columna de Trajano, donde se cuentan las campañas de este emperador en Dacia (actual Rumania).

De manera que el arte romano tenía mucha influencia del estilo griego pero con un motivo muy propio, su finalidad era proyectar el poder y la gloria del imperio de la antigua Roma.

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