Pinturas rupestres de la prehistoria, las primeras formas de arte

Pinturas rupestres de la prehistoria
Miguel Ángel García/CC BY 2.0

Alguna vez has tenido la oportunidad de visitar la Cueva de Altamira. Si lo has hecho eres afortunado, si no, en cuanto puedas, no dejes de hacerlo. Se encuentra en Cantabria cercana a la localidad Santillana del Mar (España). Sin embargo, aunque no hayas ido, seguramente, puedes reconocer los bisontes pintados en ella con solo verlos. Estas imágenes son muy famosas, y se debe a que son de las primeras pinturas rupestres de la prehistoria. Y, son consideradas las primeras obras de arte de la humanidad.

La belleza de estas pinturas radica en que están hechas con gran detalle y con mucha destreza. Pero hay algo más, tan inquietante, que treinta mil años después de su creación nos siguen sorprendiendo. No te causa curiosidad saber quién hizo las pinturas rupestres de la prehistoria y por qué.

Los estilos de las pinturas rupestres, el inicio de la historia del arte

Sabías que los hombres de la edad de piedra lograron la mayor parte de sus avances en cuanto a sus formas de vida durante el período del Paleolítico. Esto se debe a que este lapso de tiempo se corresponde con el inicio del dominio de los Homo sapiens.

Los ancestros directos de los humanos modernos tuvieron un desarrollo en su capacidad de pensamiento impresionante. Tanto, que modificó las formas de vivir de manera radical. Esto ocurrió a lo largo los últimos treinta mil años de la era de las glaciaciones, conocido como el Paleolítico Superior.

Las primeras pinturas rupestres de la prehistoria son del Paleolítico superior. Por eso, podemos decir sin temor a equivocarnos, que el primer estilo de la historia del arte es éste. Además, si te preguntan dónde nació el arte, puedes responder con toda seguridad. El arte nació entre la región de Cantabria y los Pirineos.

Esto lo podemos afirmar con certeza porque la pintura rupestre de la prehistoria, propia del período del Paleolítico superior, se concentra en unas noventa cuevas ubicadas en estas dos regiones.

Aunque luego se siguió pintando en diversos lugares y con diferentes motivos. Las diferencias entre unas formas de pintar y otras, nos permiten hablar por lo menos de dos estilos de pintura rupestre de la prehistoria bien diferenciados; las del Paleolítico y las del Neolítico.

Te debes estar preguntando, ¿por qué comenzaron a pintar los hombres de la prehistoria y por qué luego cambiaron el modo en que lo hacían? No podemos decirlo con certeza, pero, si pensamos ¿qué pintaban, cómo y dónde lo hacían? quizás tengamos algunas pistas que nos ayuden a responder.

¿Cuál era el tema de las primeras pinturas rupestres de la prehistoria?

Las pinturas rupestres de la prehistoria, tiene como motivo central y casi único, la representación de grande animales. En cuevas como la de Altamira, o la de Lascaux, (que también puedes visitar en la localidad de Dordoña en Francia) podrás notar que los motivos representados eran principalmente bisontes, mamuts, renos y caballos, osos, cerdos salvajes e incluso una especie de toro (el Urs) ya extinto. Esos son los protagonistas, no hay otros.

Aunque debo decirte, sí hay otro protagonista, el hombre. Si bien, en la pintura del Paleolítico no se representan humanos, si se siente su presencia, observando los animales. Algo que nos señala esto es que en algunas cuevas también hicieron calcos de la forma de su mano y trazaron solo algunas líneas. Una forma de dejar constancia de que alguien estuvo allí.

Por qué crees que ocurrió esto. Si lo piensas bien, te darás cuenta de que la vida de nuestros ancestros dependía de estos animales, necesitaban poder cazarlos para comer su carne, usar sus pieles para abrigarse, tomar su grasa para encender el fuego y labrar sus huesos como utensilios.

Por eso una de las teorías más aceptada sobre pinturas rupestres de la prehistoria dice que, las cuevas en que se hicieron, eran una especie de santuario hecho para rendir culto a estos animales. Quizás para pedirles su protección o que se dejaran cazar para poder sobrevivir.

Si te fijas, tiene algo de sentido. Algunas pistas nos reafirman esta idea. Por ejemplo, las paredes en la que pinturas rupestres de la prehistoria fueron hechas, están ubicadas en galerías de muy difícil acceso dentro de las cuevas. Esto quiere decir que allí no vivía nadie.

¿Cómo hicieron las primeras pinturas rupestres de la prehistoria?

Resulta curioso. Por qué teniendo tanto espacio, estos hombres no colocaron las pinturas al azar a lo largo y ancho de las cuevas. Por el contrario, eligieron espacios específicos. Tanto que algunas composiciones como las de Altamira lucen caóticas imágenes de bisontes (ver ficha de este animal), que se superponen a otras.

Esto nos da una idea de que no buscaban una composición realista Solo pintaban un animal, o unos pocos. Así, hay cuevas que identificamos con el maestro de los bisontes, y otra del maestro de los Mamuts o los Osos. Se trataba más de la ejecución de un ritual, de algo que tenía unas reglas que se debían cumplir a cabalidad. Pensamos que se invocaba un animal en especial, ese era el Totem de la tribu. Le pedían su protección y se sentían vinculados de algún modo con él.

Quienes hicieron estas pinturas cumplían una función dentro del grupo. Se habían especializado para hacerlas. Eran capaces de fabricar los pigmentos usando extractos de vegetales y algunos minerales como carbón, hematita o manganeso. También usaron sangre y heces humanas. Estos elementos los mezclaban con grasa animal, y los aplicaban sobre la roca con los dedos y quizás plumas de aves, para crear sus dibujos.

Luego, ubicaban y preparaban la pared, tallaban el contorno del animal a dibujar sobre la piedra al igual que un petroglifo, para asegurarse de que no se borrara fácilmente y darle cierto volumen. Esto lo hacían con mucha maestría y destreza. Los dibujos nos muestran dominio de una técnica y mucho conocimiento de los animales representados. Las imágenes eran policromas, utilizaban varios colores como el negro, los ocres, rojizos y terrosos, propios de los óxidos minerales usados para fabricarlos.

Te dije las pinturas rupestres de la prehistoria se dividen en dos grandes estilos. Paleolítico y Neolítico. Te preguntarás ¿Cuál es la diferencia?

¿En qué se diferencian las del estilo Neolítico?

La palabra Neolítico quiere decir edad de la piedra nueva, y representa una etapa de cambios en la cultura prehistórica. Pensamos que estos cambios ocurrieron debido a que el clima se hizo más favorable y les permitió a los humanos mejores condiciones de vida. Por lo que sus hábitos y formas de vida cambiaron. Las pinturas son una muestra de esto.

Dejaron de habitar la zona de las montañas de Cantabria y los Pirineos y se desplazaron hacia el levante, quizás buscando un clima más cálido. Por eso las pinturas ya no están hechas en el fondo de una cueva, sino en paredes de rocas exteriores o en cuevas poco profundas. Ejemplos de esta pintura las podrás encontrar en toda la costa mediterránea como en el Abrigo de Cogull, en Lleida, el Barranco des Gascons, en Teruel.

Uno de los más grandes cambios de las pinturas rupestres de la prehistoria del período Neolítico es que el hombre aparece con mucha frecuencia, es el protagonista central. Se representan figuras humanas cazando, sosteniendo lanzas, flechas, arpones para la pesca. Estos dibujos parecen querer contar historias. Las escenas de cacería, recolección de alimentos, incluso bélicas que muestran luchas entre grupos de hombres son las más comunes. Los animales que se representan son un elemento más de la composición.

Las pinturas rupestres de la prehistoria del período Neolítico están hechas de trazos esquemáticos y estilizados. Los colores usados eran el rojo y el negro de origen mineral, por lo que no tienen la policromía de las pinturas que las precedieron. Se perdió el estilo detallista anterior, a cambio, estas escenas neolíticas ofrecen mucha vitalidad, nos cuentan la vida de aquellos hombres que vivieron miles de años atrás en la edad de piedra.

Si quieres conocer más, te invito a visitar alguno de estos lugares y observar las huellas de nuestros ancestros que han sobrevivido el tiempo.

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